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Ciclo: Colombia es pasión

Se enciende la “Linterna mágica”, esta ves no sólo para reproducir un film que nos lleve a lugares inusitados y mágicos, que nos proponen reflexiones a partir de lenguajes metafóricos. En este caso, realizaremos un viaje fílmico por un territorio que aún no pierde su magia a pesar de las coyunturas socio-políticas que le atraviesan, y qué parecieran ser que ahogan todo respiro de ésta. También, los lenguajes metafóricos se difuminaran porque estaremos frente a una realidad que para muchos será desconocida por la desarticulación que hoy por hoy vive el país, por el universo de mentiras que nos ha vendido el proyecto de seguridad democrática y por la falsedad de imágenes que nos muestran los medios de comunicación representados en el presente por la cadenas RCN y CARACOL.

Los argumentos que sostiene cada documental se generan a partir del proceso histórico de la conformación del Estado-Nación, desde las luchas indígenas por la reivindicación de su identidad y territorio, pasando por las problemáticas de desplazamiento del campesino y el afro de sus tierras (dificultades que no solo se genera por la presión de grupos armados, sino por la asociación de éstos con el estado y algunas multinacionales). Luchas que han ocurrido desde finales de siglo XIX e inicios del XX y que se han congelado en el tiempo a causa de que aún representamos las mismas problemáticas con los mismos actores, por ejemplo, lo que veremos en los documentales sobre cultivo de palma que repercute en todas las dimensiones socio-culturales de los habitantes de la región del Urabá y Urabá Chocoano, es un caso homologo al proceso que se vivió también en Colombia hace algunos años atrás con la United Fruit company, empresa que se dedicaba a la explotación bananera y que usó todos los medios posibles para someter al campesino y despojarlo de sus tierras para ellos apropiarse de ellas, métodos que fueron apoyado por el Estado colombiano, en este caso no con paramilitares, sino, con los militares mismos.

Los documentales también nos cuentan historias sobre corrupciones políticas y tramas escondidas que pretendían mantener una falsa estabilidad de país, cuestión que no es nada nueva debido al circulo que se genera cuando un pueblo no conoce su historia, sin en la actualidad fue la inserción de grupos paramilitares en este ámbito, tenemos casos del pasado como las tramas que implementaron algunos conservadores y liberales para posicionar a Rojas Pinilla en el poder y sostener su época de dictadura. Si transportamos este caso a la actualidad, no es nada extraño pensar en el Pacto de Ralito entre políticos y paramilitares para sostener en el poder de algunos bastardos de cuello blanco. Finalmente, vemos casos de impunidad en una nación donde hablar o trabajar transparentemente por el pueblo es abrir el camino hacía la muerte, donde hombres como Jaime Garzón, Jorge Eliecer Gaitán y Luis Carlos Galán fueron exterminados por tener un verdadero compromiso con el pueblo y denunciar los actos politiqueros de la clase dominante.

Todos estos sucesos han pasado y siguen pasando debido a que somos un pueblo sin memoria, un pueblo que olvida pronto y como dice la celebre frase “el que no conoce la historia tiende a repetirla” y Colombia ha sido un país de una constante historia que se desenvuelve en un eterno retorno a sus orígenes, nada extraño sería que próximamente aniquilen a un presidente recién electo. También otra parte importante del ciclo, es mostrar esa cara del país que desconocemos, donde hayamos problemáticas sociales que demuestran que el único problema no es la guerrilla como lo hace entender Bárbaro Uribe Balas, perdón, nuestro señor presidente. En suma, los documentales si los analizamos desde un visión actual, son las muestra de resultados de la política del miedo encubierto, de la política de hacer más poderosos a los que ya lo eran, de la política de la fragmentación y el odio, de la política del nuestro señor presidente.

El ciclo Colombia es pasión es una píldora contra el olvido, contra el desentendimiento de esa otra parte del país que desconocemos solo por la desinformación o porque no interesa, también, el hecho de denominar el ciclo con este rotulo no es haciendo alusión a la propaganda que se difundió a nivel mundial para fomentar el turismo. El anuncio que nos vendía como el pueblo del sagrado corazón de Jesús, como el pueblo de las murallas de Cartagena, donde realmente ni los colombianos comunes podemos entrar. Lo que pretendemos mostrar aquí, es que Colombia es pasión por su gente verdadera, no la de ficción, la que vive en un paraíso terrenal (sólo basta ver los comerciales de colombiana y el estereotipo de colombiano que muestra), más bien, mostrar la gente que lucha por sobrevivir cada día, que lucha por mantener sus tierras, su legado, su dignidad, las personas que mueren por defender sus ideales, las cagadas que comete nuestro gobierno antidemocrático, perdón, nuevamente nos equivocamos, es “democrático”. En suma Colombia es pasión, porque esas personas muestran la pasión de vivir, de sentirse dignos, porque aun no renuncian a ser parte de este país y seguro que cuando algún colombiano vea estos documentales el país le va a doler y va a sentir que Colombia si es pasión.

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